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¡Buenos días! Primero de todo quiero daros las gracias a ambas por llevar a cabo este proyecto tan importante y necesario, es un placer poder participar y aportar mi pequeño granito de arena. Gracias de verdad por acercar la información y por ayudar a tantas personas tanto las que empiezan como las que ya llevamos tiempo en el shibari. Por dónde empezar a contar mis primeras experiencias... Empezaré por el antes de las cuerdas. Durante una buena parte de mi vida le tenía pánico al BDSM y todo lo que lo engloba, por lo tanto también a ser restringida con cuerdas o cualquier otra cosa, todo ello por una mala experiencia en el pasado. Tuve una época de modelo y algunas amigas hacían sesiones de fotos con cuerdas, yo todavía no sabía el nombre, solo veía arte entre cuerdas y decidí que quería hacer también alguna sesión de fotos del estilo. Así que fui haciendo diversas sesiones con diversos atadores y cada vez me quedaba con una sensación extraña como que me faltaba algo, las fotos quedaban muy bonitas, con algunos atadores era como una simple sesión de fotos, otros me transmitieron algo que no sabía que era, muy pronto cambie las sesiones de fotos con cuerdas por sesiones de cuerdas y si salía alguna foto genial, sino también genial.  Dihami van Dragen & Devolar van Dragen En una de esas sesiones hubo un momento en el que pasó, fui deslumbrada por las sensaciones, por las emociones, por las caricias, que otros días no había notado, y no solo las cuerdas sino también sentía al atador, había una conexión única, algo que no había sentido nunca con una persona a la que apenas conocía, me envolvía de una forma difícil de describir en palabras, era dulce y cariñoso, me trataba como una figurita de cristal a la que no quería romper y de golpe era rudo, movimientos rápidos, presionando cada vez más con las cuerdas, pero sin dejar de ser delicado, me sumergió en un mundo paralelo, en el que me sentía libre, libre de preocupaciones, libre de prejuicios, libre de pensamientos, libre de alma.
En ese momento me di cuenta de que las cuerdas y ese atador serían muy importantes en mi vida. Gracias a ellos superé después de muchos años ese terror hacia el mundo BDSM y hacia la vida que realmente me gusta, gracias a ambos hoy día disfruto al máximo esta faceta de mi vida, que había abandonado y que es tan importante y me completa como persona. Saludos y un besazo enorme. ATT: Dihami van Dragen.
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